La reciente caída del software informático Windows, producida por un problema en una actualización del sistema de seguridad CrowdStrike, ha generado gran incertidumbre entre los usuarios, quienes ante el problema buscan alternativas más confiables y seguras.

Esta falla que afectó los servidores de la empresa Microsoft, causando gran impacto a nivel global ha provocado demoras y contingencias en aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias, hospitales, supermercados e industrias de telecomunicaciones.

El CEO de la cadena de software CrowdStrike, George Kurtz, explicó a través de un mensaje en redes sociales que el fallo se debió a un “defecto” en una actualización. Aunque se ha identificado y aislado el problema, las fallas en el sistema operativo Windows fueron inevitables.

Este incidente demuestra que los sistemas privativos, impuestos a nivel global como parte del dominio tecnológico del modelo capitalista, no son tan seguros ni confiables como se creía.

En este contexto, el software libre se presenta como una opción atractiva para los usuarios debido a las ventajas que ofrece en comparación con las herramientas privativas. Desde 1984, el movimiento del software libre ha estado desarrollando programas que permiten a los usuarios liberarse. El sistema operativo libre GNU es un ejemplo destacado de este esfuerzo.

El software libre proporciona ventajas en materia de seguridad, confiabilidad y libertad, lo que lo convierte en una alternativa sólida frente a la reciente caída de Windows.

Prensa:Conati